Cola del supermercado Día en Madrid. Viernes por la tarde. Un abuelo, con boina y bastón, pone sobre la cinta de la caja unas tortas de aceite y una botella de fanta de naranja:
Abuelo: "Niña, ¿tú tienes alguna cosilla que le vaya bien a eso? (señala la fanta)".
Cajera: "¿Cómo?".
Abuelo: "Sí, un vodkita, un whyskicito. Tú dame una botella de algo barato pa' que yo me pueda beber la fanta".
Anina! Me parto la titolina con tu blog! Te añado agora mesmo a mi blogroll. un beeeeso (y te veo en el oxígeno líquido bebiendo ídem)
ResponderEliminarLa Reichel
jijijiji. Gracias, Reichel Bonita. Hago lo propio con tu blog, :). ay, el viernes,que llegue ya...
ResponderEliminar¡Obra maestra! Caray con el güelo...
ResponderEliminarEs lo que tiene la fanta, bebida absurda si no se mezcla
ResponderEliminarjajajajaj. GRAN VERDAD
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